Licenciado en periodismo, Diego decidió dedicarse a sus dos pasiones: la gastronomía y el periodismo. Dueño de Onna Catering, dirige y cocina personalmente en cada uno de sus eventos.
Lo podemos ver en TV todos los viernes, en “La Receta del Noti 13”, donde prepara los mejores platos y tips para cocinar en familia y con amigos en su bloque “La Receta del Noti 13” en El Noticiero de Canal 13. También se sumó a Atardecer de un día Agitado por la 100 (FM 99.9) donde todos los miércoles comparte con los oyentes “la receta salvadora” para que la mitad de semana no te agarre desprevenido. Además, colabora con distintos medios de comunicación, tanto como chef, como comunicador eno-gastronómico.
Su costado periodístico se puede apreciar en Encuentros Gastronómicos, el ciclo en canal Metro en el que Diego recibe a sus invitados en su casa-estudio, les cocina personalmente sus pizzas gourmet, eligen las bebidas y luego se sientan a comer y a conversar en una entrevista periodística a fondo, en una propuesta que define como “periodismo con un toque de cocina”. Además, nos mantiene informados sobre catas, exposiciones, lanzamientos de productos, y eventos sociales del mundo eno-gastronómico.
Junto a su hermano, Marcos, encabeza Onna Catering, una empresa familiar que nació hacia fines de 2004, con la premisa de reinventar la pizza, agregándole valor, y convertirla en un verdadero plato gourmet. Para esto fueron clave la calidad y la atención, como la alianza estratégica que realizaron con sus proveedores. Hoy, 15 años después, son referentes y continúan trabajando afianzadamente.
El 2019 encontró a Diego realizando pasantías por los mejores restaurants de Europa. O del mundo, porque entre estas experiencias, está nada menos que la de Mirazur, el restaurant de Mauro Colagreco ganador de 3 estrellas Michelin, en Mentón, Francia, elegido como “El mejor restaurante del mundo 2019” según “The World’s 50 Best Restaurants”.
También hizo su paso por el restaurant “ZOILO” de Diego Jacquet en Londres, en el polo gastro de Marylebone y el restaurant “AMELIA” de Paulo Airaudo, en San Sebastián-Donostia, también con estrellas Michelin.
Diego, sabemos de tu formación como periodista, y sobre tu pasión por la cocina. ¿Cómo pudiste fusionar ambos intereses y crear “Encuentros gastronómicos” y de qué se trata esta experiencia?
“Encuentros...” nació después de hacer mi tesis de grado que se llama “Aproximación al desarrollo de la gastronomía en medios impresos argentinos 1985-2006”, en donde investigo sobre la historia, la evolución y el auge del arte de preparar un buen plato a lo largo de veintiún años, en los principales diarios y revistas de nuestro país, contando desde “Doña Petrona hasta que sale la primera “Cuisine & Vins”, y los especiales de Clarin y La Nación en diario papel y revistas del domingo. Como no había material sobre el tema, hice muchas entrevistas, en donde hubo algo para comer o tomar de por medio, y me di cuenta de que la gente se largaba mucho más en este tipo de entrevistas, así que fusioné mi trabajo de cocinero con el periodismo: cocinando, comiendo y tomando algo rico mientras entrevisto.
Este año te encontró trabajando en los mejores restaurantes de Europa, los cuales visitamos y recomendamos a nuestros lectores en cada oportunidad y cada viaje que se nos presenta. Todos queremos saber cómo es Mirazur, cómo es trabajar con el talentoso Mauro Colagreco y qué diferencias observaste en la forma de trabajar de aquella cultura.
Primero tuve la suerte de conocer Europa con 40 años recién cumplidos; mucha suerte de que la Bodega Freixenet me invitara a Barcelona y dejara mi vuelta abierta por 30 días, así que me hice un listado de cocineros, entre ellos Mauro Colagreco, al que me crucé en el evento de Barón B, lo encaré con sumo respeto, admiración y cautela, y le pedí ir a Mirazur de pasante y ad honorem. Me dijo que era muy difícil, pero que de todos modos le mandara un mail a su correo privado. A los dos días me escribió la encargada y chef Florencia Montes, diciendo que me esperaban un miércoles de mayo a las 8 am con mi uniforme completo.
Mirazur es una casa de 4 pisos en Menton, en la Costa Azul, muy cerca de Mónaco. Se trabaja sólo con productos de estación y frescos; cada uno tiene asignada una tarea y se le exige lo mejor posible, haga lo que haga, desde manguerear el piso de la cocina durante el servicio, hasta limpiar espárragos, preparar un fondo de cocción, o sellar el famoso “pichn”; todo se arma en una mesa de “pase” y se controla antes de subir las escaleras.
Ir a Mirazur es vivir una experiencia de un “todo”: el lugar, la atención del personal, la vista, y la “magia” del chef, con productos de primera; el nivel de trabajo es muy exigente para hacer que esa vivencia sea la mejor posible; además creo que la diferencia con nuestro país está en el respeto y orden que tiene cada uno en su tarea, respeto a las jerarquías, y en la variedad y calidad de los productos. También existe un cliente y mercado que consumen y pueden acceder a la propuesta de Mirazur; esto no existe hoy en la Argentina, sería inviable sostener un modelo de negocios similar. Colagreco llegó a Mirazur en 2006 y apostó al trabajo y el esfuerzo continuo.
¿Nuevos proyectos para el 2020? ¿Más gastronómicos o más periodísticos?
Quiero hacer un posgrado y terminar de pulir mi inglés, así que sería una meta más académica. Me guío más por las oportunidades y mi inteligencia emocional que por los planes de negocios, pero concretamente seguir creciendo con mi catering, y en los medios que me abrieron su puerta como TN y FM 100 junto a Sergio Lapegüe; trabajo mucho, me esfuerzo mucho y tengo mucha libertad, y una gran familia que me aguanta en mis viajes, locuras, horarios a contramano y demás.
Por último: ¿Dónde soñás estar y cómo te gustaría verte de acá a 10 años?
No sé, voy viendo, estoy alerta, atento, a todo el que puedo le doy una mano, y la vida misma me sorprende; así que espero seguir así, sorprendiéndome como me pasó con el mail de Mirazur.