París, mayo del año 1976. El dueño de una vinoteca parisina, de origen británico, Steve Spurrier decide, para generar más ventas, organizar una cata a ciegas entre 10 de los mejores vinos franceses y 10 de los mejores estadounidenses. El jurado está compuesto íntegramente por destacadas personalidades del mundo del vino y la gastronomía fran- cesa. Sin duda, nada puede salirse de control.
Pero no salió como todos suponían, dos vinos americanos, cada uno en su categoría (tintos y blancos) se impusieron en el concurso, siendo el tinto un Cabernet de la bodega donde nos encontramos, Stag ́s Leap Wine Cellars.
Fundada en 1970, la bodega trajo reconocimiento internacional a la vinificación de California y el Valle de Napa, cuando el SLV Cabernet Sauvignon de 1973 ganó la ahora famosa Cata de París de 1976, también conocida como el “Juicio de París” al superar a otros tantos pares americanos pero sobre todo franceses, que hasta ese momento, dominaban la escena mundial. Era impensado que un vino del desconocido Valle de Napa sea mejor que uno de Bordeaux o de la Bourgogne, zonas de excelencia de la viticultura francesa.
La cata histórica, transformó fundamentalmente la forma en que se veían los vinos de California. Esta impresionante victoria fua noticia en todo el mundo y a partir de allí Stag’s Leap Wine Cellars se convierte en uno de los productores de Cabernet Sauvignon más notables y el valle de Napa se gana un lugar en el mapa de los vinos que, sin dudas, hay que tomar en serio. A lo largo de los años, estos vinos se posicionaron entre los más apreciados y coleccionados del mundo.
Amanecimos en Yountville, muy cerca de nuestro destino. Salimos con tiempo para llegar a horario a la bodega, en el corazón del distrito de Stags Leap. En efecto, su nombre es el mismo que el del distrito, con lo cual, uno puede confundirse con otra bodega que juega con ello y posee un nombre muy similar, pero en nuestro caso sabemos bien donde que- remos ir y corroboramos que se escriba correctamente: Stag ́s Leap. Nos acompañaba una linda y soleada mañana para degustar sus elegantes y afamados vinos.
Stag ́s Leap se ubica en lo alto de una loma, desde donde se aprecia el panorama de sus viñedos y es imposible resistirse al impulso de capturar esos bellos paisajes y fotografiarlos. Tanto los patios exteriores como la sala de degustación interior brindan hermosos y elegantes escenarios para eventos. En una vitrina, en el hall de entrada, pudimos apreciar la botella premiada, junto con los documentos de votación que acreditan lo sucedido, otras tantas reliquias y reconocimientos que han tenido estos grandes vinos californianos.
Luego de recorrer y repasar esta gran historia, pasamos a la cata. Acomodados en la galería con vistas a los viñedos más importantes, Erica se encarga de mostrarnos de qué parcela es cada uno de los vinos que probaremos. Son 4 en total, un blanco y tres tintos.
Stag ́s Leap Wine Cellars. Arcadia Vineyard. Chardonnay 2018.
Se trata de un vino de color amarillo pálido, con una intensidad aromática notable donde predominan frutas cítricas, acompañadas de un sutil toque de pera, notas de untuosidad mantecosa y pan brioche. En boca se presenta seco, cremoso, jugoso y fresco, su acidez es equilibrada, de una inten- sidad media, alcohol presente pero moderado, de cuerpo medio, agradable mineralidad, aparecen las mencionadas notas cítricas y algo de panificados. El roble está apenas pre- sente. Su final es largo, apenas amargo con retrogusto en linea con los aromas. Un gran Chardonnay, sin dudas a la altura de este momento de degustación único. Su valor USD 65.
Stag ́s Leap Wine Cellars. FAY. Cabernet Sauvignon 2018.
Aquí comienza el motivo de nuestra visita, conocer estos Cabernet Sauvignon tan renombrados. Este será el primero de tres, se llama FAY, en honor al viticultor pionero Nathan Fay, quien estableció el viñedo en 1961. Fue la primera plantación de Cabernet Sauvignon en lo que ahora es el Distrito Stags Leap. En ese momento, la sabiduría convencional sostenía que el área era demasiado fría para Cabernet Sauvignon. Pero Nathan Fay demostraría que los escépticos estaban equivocados y el distrito sería reconocido como una de las mejores áreas de cultivo de Cabernet en el mundo. También fue el viñedo que inspiró al fundador de Stag’s Leap Wine Cellars a comprar un terreno cercano. En 1986, la bodega compró el viñedo a Nathan Fay, nombrándolo FAY en su honor.
Se trata de un vino de color oscuro, púrpura profundo, con una intensidad aromática alta, donde sobresalen frutas negras maduras, como cassis, mora y cereza negra, en menor medida aparecen el clavo de olor, regaliz y pimienta, sutil aroma a bosque húmedo y hongos de pino y el roble, presente con sus notas ahumadas. En boca es seco, potente y carnoso, de cuerpo medio y más, claramente sus taninos son protagonistas, sedosos y
rugosos, su acidez acompaña sin estridencias y el alcohol aporta el equilibrio justo. Es un vino franco, donde vuelven a percibirse los aromas frutales y el paso por roble, con notas ahumadas, tabaco y chocolate. Un final largo, elegante y memorable. Un comienzo más que prometedor. Su valor USD 150.
Stag ́s Leap Wine Cellars. S.L.V. Cabernet Sauvignon 2018.
Hoy, esta es la joya de la corona. El CASK 23 2018 combina las notas de perfume del FAY con la estructura y la fruta negra del SLV, es una combinación lograda en todo sentido. Un vino intenso, con aromas de fruta negra madura como cassis, moras y compota de higo. Junto con las frutas se perciben grafito, humo, tabaco, eucalipto, vainilla, cuero y clavo de olor. Una complejidad de esas que no se van fácilmente de la nariz y se re- cuerdan por siempre. En boca su entrada es seca, picante y aguerrida. Es un vino de gran fortaleza, donde sus taninos son ásperos, rugosos pero de una elegancia superla- tiva. Acidez y alcohol también se notan con estridencia, pero en el conjunto entonan la misma melodía equilibrandolo notablemente. Sentir en boca tantos aromas lo hacen de una complejidad extrema y gratificante: cereza, arándano, vainilla, moka, humo, café... seguramente habrá más, pero ya estoy satisfecho. Su final es apasionadamente largo y complejo, sin dudas. De lo mejor que he probado, tranquilamente podría ser un Gran Cru de Bordeaux. Su valor USD 305
Stag ́s Leap Wine Cellars. Cask 23. Cabernet Sauvignon 2018.
Aquí comienza el motivo de nuestra visita, conocer estos Cabernet Sauvignon tan renombrados. Este será el primero de tres, se llama FAY, en honor al viticultor pionero Nathan Fay, quien estableció el viñedo en 1961. Fue la primera plantación de Cabernet Sauvignon en lo que ahora es el Distrito Stags Leap. En ese momento, la sabiduría convencional sostenía que el área era demasiado fría para Cabernet Sauvignon. Pero Nathan Fay demostraría que los escépticos estaban equivocados y el distrito sería reconocido como una de las mejores áreas de cultivo de Cabernet en el mundo. También fue el viñedo que inspiró al fundador de Stag’s Leap Wine Cellars a comprar un terreno cercano. En 1986, la bodega compró el viñedo a Nathan Fay, nombrándolo FAY en su honor.
Nos quedamos disfrutando cada uno con el vino que más le ha gustado, admirando las parcelas e imaginando las cosechas manuales de estas verdaderas maravillas. Pero la copa llega a su final y es hora de irse, no sin antes lle- varnos un recuerdo del shop, donde podemos encontrar desde un sacacorchos, hasta buzos y vajilla.
Otro momento para atesorar y agradecer la fortuna de encontrar lugares con historia, sabores que emocionan y paisajes que enamoran.
Más información:
5766 Silverado Trail, Napa, CA 94558, USA