Una ciudad entera edificada en sólo 15 años en el medio del desierto. Es una de las maravillas que nos depara este sorprendente país, sede de la próxima Copa del Mundo.
Por Guido Buenvecino
Mundial en diciembre, categoría absoluta, y uno de los sitios más extravagantes de la Tierra. Estos serán algunos de los condimentos que tendrá la Copa del Mundo de Qatar. Ciento sesenta días nos separan del debut de Argentina. Allí, el equipo de Lionel Scaloni comenzará su participación en lo que será la disputa del grupo C en la más importante cita del fútbol mundial.
Qatar está lleno de particularidades y, en ocasión de la organización del campeonato, se sumarán otras. Por ejemplo, cabe mencionar que por las inclementes temperaturas del país de medio oriente, todos los estadios estarán calefacciona- dos artificialmente. Otra rareza será la proximidad entre los distintos estadios en donde se disputen los partidos. Los campos que más lejos se encuentran uno de otro están a 50 kilometros de distancia. La diferencia en este caso será muy notoria con el último mundial. En Rusia, entre el estadio de Ekaterimburgo y el de Kaliningrado había que recorrer más de 3000 kilómetros. Es decir, aproximadamente 60 veces más.
De todas maneras, ninguna de estas curiosidades puede compararse con la más sorprendente. El 22 de noviembre, a las 07:00 horas de nuestro país, se dará el cruce entre la Argentina capitaneada por Lionel Messi y Arabia Saudita en Lusail City. ¿Por qué mencionamos todo esto? La respuesta es bastante simple: no es extraño pensar que los países anfitriones construyan rutas, mejoren infraestructu- ra, y hasta desarrollen nuevos estadios por una copa del mundo. Pero, ¿una ciudad nueva? Eso si que es algo que no se había visto.
En 2005, el gobierno qatarí tomó la decisión de crear la primera ciudad en el país que vendiera parcelas para el territorio. Es cierto que el financiamiento nunca fue un problema para este proyecto, pero se mantuvo varios años quieto hasta que, en 2010, se dio la confirmación de Qatar como la sede de la Copa Mundial 2022.
Desde entonces, el proyecto nunca miró atrás. El proceso se aceleró y asi es como surge la ciudad de Lusail. Pensada para albergar aproximadamente 250.000 habitantes, esta ciudad se erigió a partir de la necesidad del país por tener más zonas urbanas en vista a la cita más importante del fútbol mundial. Por supuesto que no fue un trabajo sencillo, ya que en la mayor parte del país las condiciones naturales son inhóspitas. Los 38 kilómetros cuadrados de civilización fueron levantados en el desierto.
La ciudad (aún en etapas finales de construcción), se encuentra a 15 kilómetros de Doha (capital del país), y contará con hoteles de lujo, zonas residenciales, colegios, mezquitas, centros recreativos y comerciales. Por supuesto también estará allí el estadio con el nombre de la ciudad. Y no será un estadio más, la idea es muy clara: una obra de arquitectura que le muestre al mundo el más puro estilo qatarí.
En 2017 se colocaron los primeros ladrillos de lo que 5 años más tarde sería el estadio más importante de Qatar. Se trata de una representación del mundo árabe.
Su construcción está inspirada en la danza de las luces y sombras de los tradicionales fanales. Además, cuenta con varios motivos y ornamentos que representan la cultura de Qatar; vasijas, cuencos y arte de la región. Tendrá capacidad de aproximadamente 82.000 personas, y jugarán allí Argentina-Arabia Saudita y Argentina-México.
Asimismo, allí tendrá lugar el partido final de la competencia (que, esperemos, juegue también nuestra selección argentina). Es asombroso ver como el lugar que co- menzó como un desierto logró convertir- se en la sede más importante del evento deportivo más relevante del mundo. Más difícil de creer es aún pensar que esto lo logró en menos de 15 años. Evi- dentemente, cuando se tiene la correcta influencia, y el financiamiento asegurado, todo es posible.