Le R, mucho más que una letra
Taittinger, el legado de los Condes de Champagne
10 septiembre, 2020
El secreto más exquisito de Bordeaux
11 septiembre, 2020Bordeaux, la ciudad del vino, ofrece un alto nivel gastronómico a la par de sus Grands Crus. Fuimos testigos de ello en Le R des Chartrons, un lugar de alta cocina, con dj y diversión con acento francés.
Un día largo acababa de terminar pero las ganas de conocer,en esta ocasión le ganaba al cansancio. Sin dudarlo un segundo, salimos en la fría noche de Bordeaux, a conocer uno de esos lugares que conocen los residentes y lógicamente pocos turistas conocen: Le R des Chartrons. En el exterior, se veía muy prolijo, con las típicas mesas y sillas mirando hacia la calle, un clásico francés, a toda hora.
Le R se encuentra en un lugar de muchos bares y movida nocturna donde se respira un aire bohemio, alegre y con mucha onda. Nos recibió apenas entramos, con una gran amabilidad y dedicación, su dueño y anfitrión, Frédéric, quien nos ubicó en una mesa con sillas altas donde podíamos apreciar todo el lugar. Junto con el mobiliario moderno y minimalista, sobresalían obras del artista Zacharie Vidal, quien compone y esculpe personajes de Disney, las cuales descontracturaban creativamente el lugar.
Le R se encuentra en un lugar de muchos bares y movida nocturna donde se respira un aire bohemio, alegre y con mucha onda.
No hizo falta mirar la carta, nuestro amigo nos indicó qué era lo debíamos pedir y nos dejamos llevar, tanto con la comida como con los vinos. Nos quedaba claro que el lugar tomaba aún más estilo, con su sóla presencia.
Comenzamos la velada con unos tentempiés deliciosos, acompañados con un Chateau Franc La rose 2013, un excelente Grand Cru de Saint-Emilion, la localidad vecina con quien existe una “rivalidad” en cuestiones vitivinícolas.
En Le R la apreciación por el buen vino se imponía por sobre esta cuestión sin importancia. El vino en cuestión era un bivarietal, 75% merlot y 25% cabernet franc, uvas típicas de Saint-Emilion. Gran vino para empezar.
Luego los platos principales, una exquisita carne con vegetales y un excepcional mero con pepinillos, acompañado de una col riquísima. Su presentación en el plato, sobresaliente y creativa.
En este caso, nos acompañaba un La fleur de Boüard 2011, blend de Merlot predominantemente, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, originario de Lalande de Pomerol, una localidad que está pegada a Saint-Emilion, en lo que se denomina “la orilla derecha” de la región. De color oscuro, aroma a frutos negros, mucho cuerpo, intensidad y un final largo donde siguen mandando los frutos rojos. Muy acorde con la carne, pero sin distorsionar con el pescado.
Finalmente, el postre, un gran plato hondo, con un “cilindro” de color blanco, textura cremosa y rugosa, la cual ayudaba a descartar opciones. Al probarlo y deleitarnos con su sabor descubrimos una isla flotante, típico postre francés. En esta versión, flotaba en una salsa de curry y mango, decorado en su parte superior muy finamente con esculturas de caramelo. Sabores nuevos que el chef del lugar sabiamente conjugaba.
Frédéric, que hacía rato no veíamos, se acerca con una nueva botella, para anunciarnos que no acompañaríamos el postre con un vino francés, sino con uno de Sudáfrica. Este anuncio nos indicaba que la bodega y las opciones en Le R eran muchísimas.
Probamos el Vin de Constance 2015, vino dulce de la bodega Klein Constantia, una región icónica del vino sudafricano. Un vino perfecto para postre.
Habían pasado un par de horas desde nuestra llegada, el ámbito iba tomando color con la música del DJ, que ya marcaba el comienzo de la fiesta. Era el marco ideal para seguir la noche, pero el señor cansancio apareció súbitamente para manifestar firmemente que él mandaba en ese momento.
Atravesamos el hall principal moviéndonos a la par de la gente, que ya se notaba picante. Frédéric, el anfitrión, era protagonista indicutido y desbordaba simpatía con quien se le cruzara. Al vernos partir, se acercó y nos despedimos como si nos conociéramos desde siempre. Le R ya era parte de nuestros must de Bordeaux y prometimos volver.
La fría noche seguía allí, pero ya no se sentía tanto, de hecho nadie le daba importancia, todo lo contrario. Luego de esta experiencia gratificante, se me ocurrió pensar, si Le R des Chartrons fuese un vino, ¿qué vino sería? No podría relacionarlo con uno en particular, pero de lo que si no caben dudas, es que su clasificación sería la de un Premier Grand Cru Classé. De esos que perduran en la mente, para degustar con amigos aunque haga frío. O no.
Le R des Chartrons
10 Bis Place du Marché Chartrons
Bordeaux, Francia
instagram: @r_des_chartrons
