Viajar hoy en día, es toda una aventura. Lo que antes simplemente era sacar un pasaje y armar una valija, hoy es un sinfín de dudas: ¿mi vacuna sirve?, ¿tengo que hacer cuarentena?, ¿además pcr? Viajar hoy parece una gran carrera de obstáculos, pero una vez más, confirmamos que definitivamente vale la pena.
Llegamos a Paris un día viernes. Como es usual allí, estaba lloviendo. El taxista que nos buscó en el aeropuerto nos dijo – con mucha certeza – que uno de los mejores secretos guardados de Paris es la lluvia, pero la verdad que a esta ciudad, todo le queda lindo.
Después de muchas horas de viaje, llegamos a nuestro primer destino: Maison Albar Hotels. Un hotel 5 estrellas en el centro de Paris. Entrar a su lobby fue sentir amor a primera vista.
Ingresamos al hotel, y nos encontramos con un formato de check-in distinto a lo convencional. Según nos comentan, la idea es que el huésped tenga una experiencia lo más personalizada posible. Te reciben en el mostrador, y automáticamente te invitan a los sillones del lobby, donde te ofrecen algo de beber, mientras ellos se encargan de revisar tu pasaporte, pase sanitario, y demás documentación. Allí, surge una charla con el personal, en la que se interesan y consultan sobre los objetivos de tu estadía, para poder asistir en lo necesario. Ejemplo si buscás – como nosotros – conocer la ciudad a fondo y caminar hasta agotarte y comer rico en recompensa; o si buscás una estadía más centrada en el relax y en descansar. Adaptan su servicio a conveniencia de cada huésped. Algo que vimos en muy pocas cadenas de hoteles, y que sin dudas es un plus a la hora de elegir vacaciones.
Maison Albar combina lo elegante con lo confortable. Una verdadera perlita para hospedarse en Paris. Tuvimos la oportunidad de conocer dos de sus sucursales: Maison Albar – Le Vendome y Maison Albar – Pont Neuf. Ambas, perfectamente ubicadas, en zonas con mucho movimiento nocturno, con lugares para comer y tomar algo, y cerca de los principales atractivos turísticos El edificio donde actualmente se encuentra Maison Albar Le Vendome, el más nuevo de la cadena en Paris, originariamente pertenecía a otro hotel/restaurant, llamado Brasserie Lion d’Or, que significa “León de Oro”. Lo que nos cuentan, es que el arquitecto que creó Maison Albar, buscó mantener un poco el concepto del origen del edificio y así preservar la raíz del lugar.
Además, siguiendo la idea de preservar los orígenes del edificio, hay sitios en los que se pueden encontrar mosaicos originales de 1890, época en la que el hotel solía ser un banco. El Spa merece un capítulo aparte. Realmente nos sorprendió. Logran combinar a la perfección calidad y estética, sin perder esa sensación de confort y coziness. Algo que no es nada fácil de lograr y que vemos como el nuevo concepto de lujo que se está instalando.
Un lujo que deja de lado lo ostentoso, y se centra en las sensaciones de bienestar, paz y armonía. Este lugar lo consigue a la perfección.
Este lugar cuenta con una sala de relax, en absoluto silencio, donde podés servirte té en hebras, jugos naturales o agua. Una pileta climatizada con jacuzzi, y alrededor de la pileta, el sauna seco, sauna húmedo y la ducha escocesa. También, para aquellos que no quieren perder los hábitos de entrenamiento, el gimnasio es pequeño pero cuenta con lo necesario. Ofrecen además masajes y otros tratamientos estéticos y relajantes.
En cuanto a la gastronomía, un dato a destacar, es que en la sucursal Le Vendome, se encuentra el Restaurante Yazuca, que trajo a Paris una increíble novedad gastronómica, ofreciendo una reversión de la comida japonesa, fusionada con cocina brasilera. Alucinante. El restaurante abre tanto para huéspedes como para invitados que no se estén alojando en el hotel y quieran probar esta novedad gastronómica, distinta a la comida que se consigue en la ciudad.
Sin descuidar ningún detalle, Maison Albar es un lugar para olvidarte de todo. Dejar atrás las preocupaciones, la pandemia, y tomarte unos días para desconectar, y sentir esa tranquilidad que tanto anhelamos en este último año. Y qué mejor que en el corazón de la tan adorada Paris...