El Château de Gudanes nace en el siglo XIII como una fortaleza. En el siglo XV pasa a ser un castillo para finalmente convertirse en un palaciego en el XVIII. Tiempo después, quedó abandonado y olvidado en una colina. Podemos decir que, literalmente, pasó a mejor vida.
En el año 2011, una pareja australiana se entera la existencia de este castillo en ruinas, lo que los motiva a cruzar dos continentes para conocerlo e interiorizarse en él. Sin saber una sola palabra de francés, Craig y Karina Waters se sintieron seducidos al instante por este castillo en ruinas. Al visitarlo por primera vez, sólo pudieron ver 3 de las 94 habitaciones que el Château tenía. Eran las únicas que aún conservaban su piso y techos. Lo encontraron prácticamente destruído, con techos derrumbados, vegetación en su interior y un deterioro generalizado.
Se convirtieron en sus propietarios y de inmediato supieron que el objetivo era restaurarlo preservando la atmósfera y su autenticidad, sin borrar su historia, ni su desgaste e inclusive su crudeza, sino que querían integrar todo eso en el resultado final. La obra para devolverle la vida comen comenzó en 2013, después de dos años de obstáculos y permisos municipales.
Gran parte del trabajo de restauración tuvo en cuenta técnicas tradicionales, con especial énfasis en los techos, las lámparas y los yesos. Muchas de las paredes decapadas quedarán así porque, como dice Karina Waters, “cuentan una historia”. Los techos originales de madera que quedaron los mantuvieron, aunque se reforzaron con vigas de acero.
Catalogado como monumento histórico, este castillo -diseñado por el arquitecto Ange-Jacques Gabriel, artífice del Petit Trianon y la parisina Place de la Concorde- ha ido mostrando su gran valor patrimonial, con objetos de cerámica, frescos originales de 1.700 y cristalería veneciana que permanecían ocultos y fueron apareciendo durante el proceso de restauración.
Tras 7 años de obras, esta propiedad de más de 12 hectáreas renació como un hotel boutique de lujo. Descansar en él es sumergirse en la historia. Se utiliza también para realizar eventos en sus múltiples salones, casamientos en su increíble parque perimetral e inclusive producciones de moda de grandes marcas.
Sus propietarios comparten en un blog y sus redes sociales anécdotas y fotos de la obra, así como también momentos de su día a día.
Una historia sobre soñar en grande y construir de esos sueños una realidad.
Shop the Chateau es la tienda online del Castillo en la que se venden cientos de objetos con pensamiento, sentido, propósito, amabilidad y cuidado. Es un mercado boutique para vendedores excepcionales. Todo lo que allí se vende es supervisado por Karina Waters. Ella lo define así: “unimos a un colectivo de personas y pequeñas empresas de todo el mundo con una pasión mutua por compartir todo tipo de hermosos tesoros de todo tipo de lugares maravillosos”.
Cada pedido realizado en Shop The Château no solo respalda a las personas y pequeñas empresas a las que compra, sino también al Château. Se otorga generosamente al castillo una comisión basada en un porcentaje del monto total de cada pedido para ayudarlo a respaldar financieramente la restauración en curso. Más específicamente, los ingresos recibidos de esta comisión se donarán para continuar la restauración de los frescos del siglo XVIII en el Salón de Printemps (que es el comedor principal del castillo), la restauración de la capilla del siglo XIX dentro del castillo y para la plantación de árboles. en los bosques del castillo.
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