En nuestro país existen varios destinos relacionados con el vino y uno de ellos sin discusión es Cafayate, en la provincia de Salta. Llegar hasta aquí, en el medio de los valles Calchaquíes donde el paisaje desde Salta Capital a Cafayate nos estremece, ya de por si es una aventura para repetir varias veces. Más aún, si le agregamos el recorrido vitivinícola, donde las bodegas y sus viñedos son parada obligada para descubrir y conocer todo acerca de cada una de ellas.
En la búsqueda de nuevas experiencias de sabores, nos acercamos a un lugar en el centro mismo de Cafayate que nos habían recomendado; una casona antigua devenida en restó, donde podíamos experimentar y aprender a realizar un blend de distintas cepas de vino para luego degustar un menú de pasos, acompañado de los vinos del lugar. Un programón que nos entusiasmó apenas llegamos a Bad Brothers.
Bad Brothers wine & food experience
Al llegar fuimos recibidos por María Emilia, la sommelier a cargo que ya nos tenía minuciosamente preparada nuestra mesa, para comenzar con la experiencia del blend.
Paso a paso fue explicándonos en que consistía y que debíamos hacer: Partiendo de tres botellas de distintas cepas (malbec, tannat y cabernet sauvignon), nos fue contando detalles y datos de cada una de estas uvas para luego de manera guiada, degustar y diferenciar sus aromas y sabores. Lógicamente para esto, debíamos anotar cada rasgo distintivo y así determinar el carácter que le otorgaríamos a cada copa catada. Luego de tener claro el perfil de cada cepa, y mientras una exquisita picada de diversos quesos nos acompañaba en esta tarea, empezamos a jugar con la ayuda de un embudo y un tubo con escala de mililítros. La experiencia de blendeo estaba en marcha.
Realizamos dos tipos de blend cada uno, luego probamos todas y cada una de las opciones para finalmente votar por el blend ganador. Sin dudas algo original y distinto a lo que veníamos haciendo en las bodegas, ya que nos acercó de otra forma al proceso del vino, en este caso en cómo pensar y hacer un tipo de vino con distintas cepas de uva.
El menú
Luego de la experiencia Blend, pasamos al menú de 3 pasos, acompañados por los vinos de Agustín Lanús, de la línea Bad Brothers wines.
El menú en cuestión tenía opciones en cada paso, por eso, en el primero probamos el trío de empanadas de los Valles Calchaquíes por un lado, (riquísimas empanaditas, la primera de carne de entraña cortada a cuchillo con papines andinos, ciboulette, cebolla y morrón, la segunda al horno caprese con quinoa del valle y la tercera de queso de campo y de cabra con cebollitas caramelizadas y pimentón ahumado de Cachi) y por el otro, una causa limeña de atún; timbal de papa con ají amarillo y lima, crema de atún, palta y dressing de aceitunas verdes.
Aquí el maridaje fue con un fresco y vibrante vino blanco: Tovio cosecha 2020, un blend 75% torrontés 25 % viognier. Floral, perfumado, con una interesante acidez que acentúa su frescura.
Para la segunda etapa nos decidimos por dos platos que darían que hablar: Médula rostizada con puré de berenjena ahumado y chips crocantes:
Una presentación más que original, donde los sabores se fusionan y logran su cometido, sorprender. Sin dudas una de las partes más sobresalientes del menú.
Provoleta criolla de queso de cabra, chimichurri, vegetales de la huerta rostizados. Un mix de texturas y sabores que enamoran. Aquí maridamos este paso con un tinto, Sunal Ilógico 2018, Malbec de tres microterruños situados en el Valle Calchaquí, Pura potencia, con una personalidad muy marcada. Gran vino.
En la tercera instancia pedimos el especial de carne braseada al Tannat y una cazuela andina con papas de altura, vegetales, maíz y jugo de cocción en reducción. Cocciones minuciosas, y sabores muy presentes para dos platos sumamente logrados.
Nos acompañó un Bad Brothers Línea Facón 2018 Cabernet Franc. Elegante y amaderado, por su paso de 18 meses en barricas de roble francés. Aromas de fruta roja madura, grafito y pétalos de rosa, en boca muy redondo, taninos super presentes y notas de vainilla. Nos encantó de gran manera este vino.
Comenzaba a lloviznar en Cafayate, algo que no sucede casi nunca, y antes de que la tormenta aparezca, con esos increíbles sabores aún en nuestro paladar, nos despedimos de María Emilia como si fuésemos íntimos amigos, agradeciéndole por esta experiencia inolvidable.
Bad Brothers Wine & Food Experience.
Camila Quintana de Niño 63, Cafayate, Salta
www.badbrotherswe.com